Por: Katherine Cruz

Joven de 21 años herida grave tras agresión con botella en Saladoblanco. Requirió 30 puntos de sutura y se investiga posible hemorragia cerebral.

En la madrugada del domingo, en el barrio Centro de Saladoblanco, se registró una violenta agresión que dejó a Ángela González Claros, de 21 años, gravemente herida. Ángela y su hermana menor participaban de una reunión con amigos que se extendió hasta altas horas de la noche. Al finalizar, un altercado entre la hermana menor de Ángela y la familia Ramírez desencadenó la agresión.

La menor se vio envuelta en una discusión con la esposa de Ismael Ramírez y sus tres hijas. Aunque inicialmente la situación pareció calmarse cuando la familia Ramírez abandonó la vivienda, Ismael Ramírez, según testigos, llamó a Ángela y, al acercarse, le arrojó una botella de vidrio en la cara. La hermana mayor, quien prefirió permanecer anónima, relata la gravedad de la situación.

Ángela cayó inconsciente, sufriendo una herida profunda en la frente que requirió 30 puntos de sutura. Su estado es crítico, pues fue trasladada al hospital de Pitalito para determinar si sufrió una hemorragia cerebral. La policía, presente en el hospital, orientó a la familia sobre cómo proceder con la denuncia formal una vez Ángela esté fuera de peligro.

Este incidente pone de manifiesto la necesidad de abordar la violencia interpersonal en nuestro municipio. La rápida intervención de los servicios médicos fue fundamental, pero es crucial investigar a fondo las causas del suceso para evitar situaciones similares en el futuro. La pronta recuperación de Ángela y la justicia para ella y su familia son vitales. Es imperativo impulsar programas de prevención de la violencia y fomentar una cultura de respeto y diálogo en nuestra comunidad.